Placas solares para autoconsumo: cómo funciona
Las placas solares para autoconsumo son una excelente opción para aprovechar la energía solar y reducir la dependencia de la red eléctrica convencional. ¿Pero cómo funciona este sistema de generación de energía? A continuación, te lo explicamos:
1. Captación de energía solar
Las placas solares, también conocidas como paneles fotovoltaicos, están compuestas por células fotovoltaicas que captan la radiación solar. Estas células convierten la energía solar en electricidad mediante el efecto fotovoltaico.
2. Generación de electricidad
La energía solar captada por las placas solares se transforma en electricidad de corriente continua (CC). Esta electricidad puede ser utilizada directamente en el hogar o empresa para alimentar los electrodomésticos y dispositivos conectados.
3. Inversor solar
El inversor solar es un componente esencial en el sistema de autoconsumo. Transforma la corriente continua generada por las placas solares en corriente alterna (CA), que es la electricidad usada en los hogares y negocios.
4. Consumo y conexión a la red eléctrica
La electricidad generada por las placas solares se consume directamente en el lugar donde se instalan. Si la demanda de electricidad es mayor que la generada por las placas solares, se complementa con la energía proveniente de la red eléctrica convencional.
5. Excedente de energía
En caso de que las placas solares generen más electricidad de la necesaria, el excedente puede ser inyectado a la red eléctrica. Dependiendo de la legislación local y del contrato de conexión, es posible recibir compensación económica por esta energía excedente.
6. Monitorización y control
Los sistemas de placas solares para autoconsumo suelen contar con sistemas de monitorización y control. Estos permiten conocer en tiempo real la cantidad de energía generada, el consumo y los ahorros obtenidos, brindando información útil para optimizar el uso de la energía solar.
En resumen, las placas solares para autoconsumo funcionan captando la energía solar a través de paneles fotovoltaicos, convirtiéndola en electricidad utilizada directamente en el lugar de instalación. El excedente de energía puede ser inyectado a la red eléctrica, generando potenciales beneficios económicos. Con una monitorización adecuada, es posible optimizar el consumo y disfrutar de los ahorros y beneficios ambientales que ofrece esta tecnología sostenible.